Media barba

No logro evitar pensar que soy el centro de atención. Elegí un afeitado peculiar: medio lado de la cara con barba, medio sin ella. Creo que todo el mundo se fija en mi aspecto. Puede ser que simplemente sea un problema de presuntuosidad. Desde luego, me vanaglorio de mi imagen, de hecho, fui yo el que decidió que fuese tan llamativa, aunque ese no era el fin último. Afortunadamente, ahora estoy corriendo por el Paseo Marítimo, no caminando. El tiempo que le doy a la gente para que se deleite con mi afeitado es más bien poco. No me gusta que me miren.
Estoy realmente cansado. Creo que apreté demasiado el ritmo al principio de la sesión. Otra vez. tengo que parar. Apenas he recorrido dos kilómetros y ya no puedo seguir, necesito un alto. Hace calor, más que nunca. Calculo que no baja de 30º C. Decido detenerme a la altura de la fuente de los Surfistas. En esa parte del paseo, hay un mirador que permite contemplar las tres playas de la ensenada: la del Matadero, la del Orzán y la de Riazor. Me apoyo en la barandilla de piedra y observo el mar, la arena y la gente. Me seco el sudor que se me acumula alrededor de los ojos mientras pienso que toda esas personas son tan despreciables como yo, no hay ninguna mejor. Puede que alguna viva en el desconocimiento, rodeadea de un mundo imaginario de dioses, de santos que le salven con una plegaria, pero yo sé que eso no existe. Lo sé porque hago lo que quiero y salgo impune. Si hubiese algo tan trascendental como un dios, no permitiría que yo viviese un segundo más. Y creo, realmente, que no hago nada malo, la maldad sólo es una invención del hombre social para darle seguridad a su mundo, una forma de evitar que el ser humano se comporte como lo que es, que dé rienda suelta a sus instintos. Yo soy el hombre. Revivo la esencia de los pusilánimes que no se atreven a vivir la vida como debe ser vivida. Yo soy la respuesta, la liberación. Yo soy libertad. Ellos son represión. ¿Por qué no puedo matar cuando es oportuno? En tal caso, la pregunta sería por qué no debo, ya que está claro que puedo, y lo hago.
El único sentimiento provechoso es el amor. Bajo su influencia pienso que la gente no puede matar. Pero el estado natural del humano es el odio, necesario para sobrevivir. El amor atonta. Hace mucho que no siento amor. Lo quisiera sentir de nuevo, aunque no lo lograré.—Decí, por Dios, qué me has dao, que estoy tan cambiao, no sé más quién soy. El malevaje extrañao, me mira sin comprender... Me ve perdiendo el cartel de guapo que ayer brillaba en la acción. No ve que estoy embretao, vencido y maniao en tu corazón.—Canto. "Malevaje", un tango imponente. El amor llena pero debilita.—Ayer, de miedo a matar, en vez de pelear me puse a correr... Me vi a la sombra ofinao; pensé en no verte y temblé... ¡Si yo, que nunca aflojé, de noche angustiao me pongo a llorar!. Decí, por Dios, qué me has dao, que estoy tan cambiao, no sé más quién soy.—No sé más quién soy, no sé más quién soy ...

3 comentarios:

Descritor. dijo...

Hola wences, quería preguntarte si el primer capítulo es el que aparece sin fecha al fondo de blog con el título "Tarde de fútbol"

Wences dijo...

Sí, así es. Ése es el primer capítulo. Al ser en formato blog, sigue un orden cronológico de publicación. El capítulo que aparece en primer término es el último y el que aparece en el fondo es el primero. Por cierto, Descritor, ¿de dónde eres?

Descritor. dijo...

Hola Wences, te deje un comentario contestando a tu pregunta, pero veo que no salió. Gracias por ojear mi blog. La verdad es que lo había pensado también, aquello de hacer post mas breves. Lo voy a implementar. Con respecto a lo otro soy ecuatoriano, de origen libanes, parece, por parte de padre.